El Archivo de la Cámara ha seleccionado para celebrar el Día Internacional de los Archivos una serie de documentos que recogen las firmas de algunos de los personajes más relevantes de nuestra historia política y parlamentaria.
La firma, más allá de su capacidad para determinar la autenticidad de los documentos o la aprobación de su contenido, es reconocida desde el Romanticismo como una ventana abierta al alma de quien la escribe. En la caligrafía y la rúbrica buscamos reconocer no sólo la identidad, sino también el carácter de su autor. No en vano, en 1812 así se afirma en L´art de juger de l´esprit et du caráctere des hommes et des femmes, sur leur écriture (El arte de juzgar el espíritu y carácter de los hombres por su escritura).
Las firmas que se muestran abarcan desde las Cortes de Cádiz hasta la actualidad, incluyendo también documentos firmados por algunos reyes de la dinastía de los Austrias que se conservan entre los fondos de Cerdeña.
No se trata de una mera recopilación de firmas sino que a través de este recorrido se pretende subrayar su significado. Para ello se han seleccionado distintos tipos de documentos en los que la firma cumple cometidos diversos, bien sea testimoniar la autoría de un escrito o, como en el caso de las leyes, dar cumplimiento a un protocolo que ratifica la validez de su contenido.
Firmar y sancionar
La firma de Reyes y Jefes de Estado trasciende la obligatoriedad del procedimiento legislativo para convertirse en una de las más plásticas manifestaciones del poder, y en ellas reconocemos sus actos, su energía y los hechos de su tiempo, siguiendo el orden en el que ejercieron el mandato desde las Cortes de Cádiz hasta la actualidad.
Del Trienio Liberal se ha escogido la firma de Fernando VII en el discurso de cierre de la última Legislatura; del Reinado de Isabel II, leyes firmadas por su madre Mª Cristina de Borbón y Espartero como Regentes y de la propia Reina. De la Restauración, tres leyes firmadas por Alfonso XII, la Reina Regente Mª Cristina de Habsburgo y Alfonso XIII.
De la II República se muestran dos leyes firmadas por sus presidentes Niceto Alcalá Zamora y Manuel Azaña. Del periodo de Cortes Españolas, una ley firmada por el Jefe de Estado Francisco Franco. Y de la etapa de Cortes Generales, dos leyes orgánicas sancionadas por Juan Carlos I y Felipe VI.
Firmas que suman
Siguiendo la tradición de la Constitución de 1812, otras posteriores como la de 1837 y la de 1869, fueron firmadas por todos los diputados presentes junto a la expresión de la circunscripción que representaban.
El original de la Constitución de 1978, por su parte, fue firmado espontáneamente por los miembros de las Mesas de ambas Cámaras. Y posteriormente se realizaron tres ejemplares de una edición a la que se incorporaron las firmas de todos los diputados y senadores.
La participación ciudadana es otra magnífica expresión de firmas que suman. El derecho de petición (art. 77 de la Constitución) y la iniciativa legislativa popular (art. 87.3) se articulan a través de la adición de las voluntades individuales que se expresa por medio de la firma.
La huella de su pluma en la vida parlamentaria
Personajes del mundo de las letras expresaron también su compromiso político como diputados desde los escaños de la Cámara, dejando la huella de su pluma en la vida parlamentaria: Unamuno, Ortega y Gasset, Pérez de Ayala, Hartzenbusch, Jacinto Benavente… De entre ellos se han seleccionado a Blasco Ibáñez y Pérez Galdós, defendiendo sendas proposiciones de ley; a Azorín presentando una carta al Presidente del Congreso de los Diputados con motivo de su detención en Irún y la renuncia de Rafael Alberti como diputado.
La firma del artista
La Cámara está impregnada del espíritu de las Bellas Artes: los mejores escultores, pintores y arquitectos pusieron su genio a trabajar en sus estancias. El arquitecto Narciso Pascual y Colomer, artífice del Palacio; Ponciano Ponzano, escultor del frontón de la fachada principal; Mariano Benlliure, que realizó el relieve de Emilio Castelar para el Salón de Conferencias y el pintor Federico Madrazo como asesor para los cuadros de Historia, entre otros.
Firmar en femenino
El acceso de las mujeres a la Cámara y a la vida pública no adquiere su verdadera dimensión hasta que no se logra el sufragio femenino. Clara Campoamor, Victoria Kent y Margarita Nelken son algunos
En 1931 Clara Campoamor encarnó la conquista del sufragio femenino. Luisa Fernanda Rudí, firmó una declaración institucional conmemorando el LXX aniversario de aquella conquista: El Congreso de los Diputados quiere hoy recordar a aquellos hombres y mujeres que lograron el reconocimiento de un derecho básico para la consecución de la igualdad entre los sexos…Palacio del Congreso de los Diputados, a 2 de octubre de 2001.
Se expone un Libro de Firmas entregado a las Cortes en 1931, tras la incorporación al texto constitucional del derecho a voto de las mujeres.
Libro de Honor de los Presidentes
Inaugurado por SS. MM. los Reyes con motivo del XX Aniversario de la Constitución, el 9 de diciembre de 1998.
Firmar en digital
El ACD, custodio de los documentos y sus firmas a lo largo de su historia, tiene ante sí el reto de garantizar también la conservación y el acceso en el futuro a los documentos y firmas electrónicos, disociados ya del papel y las tintas y sin que el código binario nos permita adivinar el alma del firmante.
ENLACE AL VIDEO DE LA EXPOSICION EN EL ARCHIVO DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS
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